Dorada a la sal
Hoy te enseño a preparar la clásica receta de dorada a la sal al horno, muy sencilla de preparar y que puedes servir como cena ligera o como segundo de lujo para ocasiones especiales.
La dorada a la sal la cocinaremos en su propio jugo, quedando una textura muy sabrosa y nada seca, cuya piel saldrá perfectamente. Esto se consigue, cubriendo completamente el pescado con una capa de sal gruesa un poco humedecida y haciendo costra, para que los jugos del mismo pescado no se escapen y se cocine suavemente, respetando todo su sabor y consiguiendo una cocción muy saludable. Con este mismo método podemos cocinar también otros tipos de pescados como la lubina o el besugo.
La dorada como la lubina son unos pescados semigrasos, que no llegan a ser ni blancos, con un 2% solo de grasa ni tampoco azul, con grasa mayor del 5%. Están en una clase intermedia, entre el 2% y el 5% de grasa. Un pescado muy consumido en la gastronomía española y la mayoría criadas en acuicultura, y que normalmente no suelen sobrepasar de 600-700 gr de peso, a diferencia de las doradas salvajes que pueden llegar a pesar hasta 7 kg las adultas y medir 1 metro de longitud.
Entre los beneficios de la dorada, podemos encontrar que es muy ligera con poquísimas calorías, de fácil digestión, rica en grasas saludables omega 3 y omega 6, ideal para incluirla en una dieta equilibrada o de adelgazamiento.
Preparados, listos, a cocinar ...
Si tienes alguna duda con esta receta, déjame un comentario más abajo 🙂
Dorada a la sal, ingredientes.
- Servicios: 2
- Tiempo: 45-50 min aprox
- Dificultad: Fácil
Ingredientes
- 2 doradas de 500-600 gr aprox cada una
- 2 kg de sal muy gruesa especial para hornear (ya estará húmeda)
- Para decorar (opcional): ensalada con tomatitos cherry
Dorada a la sal, preparación
Elaboración
- Lo ideal es pedir a tu pescadero que te prepare las doradas limpias de entrañas y las aletas, pero con las escamas, para hornear a la sal. Necesitamos para esta receta las doradas enteras, también con la cabeza y la cola. Sino, habrá que limpiarla uno mismo en casa, pero sin abrirla entera solo lo justo, para que luego al cubrirlas de sal, ésta no entre dentro de la dorada.
- Colocar las doradas en una fuente grande para horno encima de una buena base de sal.
- Cubrirlas completamente con la sal, compactándola bien para que se forme una buena costra. Es importante dejar al descubierto el ojo de la dorada, que nos servirá para saber si está en su punto, el ojo se quedará totalmente blanco, opaco.
- Precalentar el horno a 200º, 10 minutos.
- Introducir la fuente en el horno y cocer durante 30 minutos apróximadamente. De todas formas, puedes vigilar el punto observando el color del ojo de la dorada. El tiempo es orientativo depende mucho de la potencia de tu horno y del tamaño de la pieza que cocines.
- Es preferible que quede más cruda y luego darle otro golpe de horno para terminar de cocinarla.
- Una vez la dorada cocinada, retirar con cuidado la costra de sal inmediatamente después de retirar del horno, para evitar que siga cocinándose en su interior. Ayúdate con una cuchara o con un cuchillo, dando pequeños golpes.
- En la imagen de arriba, puedes ver cómo ha quedado después del horneado y con la costra de arriba retirada, también puedes observar el detalle del ojo completamente blanco. Quedó la dorada en su punto, cocinado en su propio jugo.
- Para servir en el plato, limpiarlo de piel, espinas y cabeza y si quieres, acompáñalo con una ensalada. También queda muy buena con unas patatas panaderas o una salsa holandesa.