Pollo al ajillo. Receta tradicional y sencilla
Un plato que hasta el mismísimo Drácula se comería!
Y eso que lleva mucho ajo!!!! El pollo al ajillo, es sin duda, un plato muy popular dentro de la cocina tradicional española. Fácil de realizar y que se prepara en poco tiempo. Con tan sólo 3 ingredientes consigues una comida consistente que gusta a todo el mundo, incluido los niños (y a Drácula por supuesto! 🙂 )
El pollo al ajillo es una de esas recetas de las abuelas que nunca fallan, socorridas y económicas, con la que consigues triunfar ante el comensal más exigente.
La carne de pollo es muy versátil y se presta a cocinarla de muchas maneras y con multitud de guarniciones. Una carne blanca muy fácil de digerir y sobre todo, muy beneficiosa para nuestra salud; ya que contiene vitamina B12 (entre otras) muy importante para el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
Por su parte, del ajo siempre se ha comentado que es bueno para al circulación, y es cierto, porque ayuda a reducir el colesterol en sangre y mejora el sistema cardiovascular en general y por consiguiente, facilita la circulación sanguínea. Otra de las propiedades del ajo, es que actúa como antibiótico natural, luchando contra ciertos microorganismos que a veces son inmunes a los medicamentos.
En resumen, el pollo al ajillo es un plato equilibrado y sobre todo, muy saludable. Sólo resta vigilar la cantidad de aceite a añadir, que no sea demasiado para no cargar de grasas el plato y utilizar el pollo ya sin piel, y así obtendremos un plato mucho más ligero!
Preparados, listos, a cocinar …
Si tienes alguna duda con esta receta, déjame un comentario más abajo 🙂
Pollo al ajillo, ingredientes
[ingredients title=”Ingredientes”]
- 1 kg y 1/2 de contramuslos de pollo sin piel y deshuesados ó 1 pollo entero a trozos
- 1 cabeza y 1/2 de ajos
- 1 vaso y 1/2 de un buen vino blanco
- 2-3 hojas de laurel
- 9 cucharadas de aceite de oliva
- sal y pimienta
[/ingredients]
Pollo al ajillo, preparación
[directions title=”Elaboración”]
- Cortar a trozos grandes los contramuslos y salpimentar.
- Pelar y cortar a rodajas gruesas los ajos.
- Calentar el aceite en un sartén honda con tapadera.
- Rehogar los ajos y dorar el pollo a continuación.
- Añadir las hojas de laurel y el vino blanco.
- Cocer todo a fuego medio, con la sartén tapada, el tiempo suficiente hasta que la salsa haya reducido a la mitad.
- Y listo! Te quedará un pollo jugoso con una salsa cremosa y deliciosa!
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