Los flamenquines caseros cordobeses, es una de las recetas clásicas de la cocina andaluza, que podréis pedir como tapa en numerosos bares y tabernas, sobre todo en Córdoba, donde son más famosos, aunque son originarios de Jaén.
Como es habitual, al ser una receta tan tradicional y antigua (la datan en 1939), existen muchísimas variantes a la receta original, donde la carne se macera con vino blanco o fino, como eliminar completamente el macerado y salpimentando simplemente o haciendo un aliño de ajo picado, zumo de limón y perejil, como en mi caso. También son muy comunes las versiones con queso y jamón serrano o york, o con carne de ternera o pollo.
Lo que sí está claro, es que se trata de un plato muy fácil, rápido y perfecto para tomar en el aperitivo o como primero, que acompañados de patatas fritas, mayonesa, o una ensalada bien buena y su salmorejo cordobés, resultan deliciosos! Y los pequeños de la casa, no les pondrán pegas a la hora de la comida! Eso seguro!
Para esta ocasión, he cambiado el rebozado tradicional de los flamenquines caseros cordobeses, del pan rallado normal a sustituirlo por polenta, sémola de maíz, para hacerlos sin gluten, aptos para celíacos. Pero si no es tu caso, sólo tienes que prepararlos tal cual con pan rallado en el rebozado y antes del huevo pasarlos por harina de trigo en vez de harina de maíz, u obviar este paso.
Esta receta tan especial, además de ayudar a muchas personas que sufren cada día esta enfermedad y deben cambiar su alimentación y hábitos por completo, también es mi propuesta para el reto de Cocina Typical Spanish, que este mes lo dedica a los celíacos, con #singlutenTS. Así que, si no quieres perderte ninguna de las recetas que hemos preparado, sigue el hashtag por las redes sociales y haz click en el logo de más abajo.
Preparados, listos, a cocinar …
Si tienes alguna duda con esta receta, déjame un comentario más abajo 🙂
Flamenquines caseros, ingredientes
- Servicios: 6
- Tiempo: 45 min aprox.
- Dificultad: Fácil
[ingredients title=”Ingredientes”]
- 6 filetes de jamón fresco de cerdo o de lomo, bien finos y anchos
- 6 lonchas de jamón serrano
- 3 huevos grandes
- 3 dientes de ajo
- el zumo de 1 limón
- harina fina de maíz (tipo Maizena)
- polenta (sémola de maíz)
- sal y pimienta
- perejil fresco
- Aceite de oliva suave
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Flamenquines caseros, preparación
[directions title=”Elaboración”]
- Es IMPORTANTE, tener en cuenta antes de empezar, que debemos evitar la contaminación cruzada del gluten. Para ello utilizaremos todos los utensilios bien limpios y la superficie donde vayamos a preparar los flamenquines también, no puedes depositar ni preparar las preparaciones sin gluten en un sitio donde has cocinado con gluten, ni tampoco tocar con las manos si antes has manejado algún alimento no apto. Igual ocurre con el aceite que usemos, debe ser nuevo o usado pero donde se hayan hecho frituras sin gluten.
- Si los filetes de cerdo no están suficientemente finos y anchos, puedes golpearlos con un rodillo de madera para estirarlos y dejarlos más finos. Los necesitamos así para conseguir elasticidad y se puedan enrollar, además de evitar que después cuesten trabajo comerlos.
- Colocar los filetes de cerdo salpimentados en una fuente grande, y añadir los dientes de ajo picados, perejil fresco picado y el zumo de limón. Deben quedar bien cubiertos del aliño para que se maceren bien. Dejar reposar en el frigorífico 4-5 horas o mejor, toda la noche, para que los filetes de cerdo absorban todo el adobo o aliño.
- Una vez los filetes aliñados, retirarles los dientes de ajo que se hayan pegado y estirarlos sobre una tabla.
- Colocar sobre cada uno de los filetes de cerdo, 1 loncha de jamón serrano, y enrollar sobre sí mismos, formando un rollito largo y bien apretado.
- Pasar los rollitos de cerdo y jamón o flamenquines, por harina fina de maíz, hasta que queden bien cubiertos, incluyendo los extremos.
- A continuación, pasarlos por los huevos batidos con una pizca de sal, y después por la polenta. Apretarlos bien para que los flamenquines no se abran al freírlos.
- Para asegurarnos que queden bien cerrados, volveremos a rebozarlos una segunda vez, pasándolos de nuevo por huevo batido y polenta.
- Calentar abundante aceite de oliva en una sartén grande, y freír en tandas de pocas unidades los flamenquines cordobeses.
- Primero pondremos el fuego fuerte, para que se doren, y cuando les hayamos dado la vuelta, bajaremos el fuego a medio-bajo para que se hagan por dentro. Vigilar la fritura en todo momento, ya que se si freímos en exceso los flamenquines, conseguiremos una corteza muy dura e incluso se puede quemar, y el interior demasiado hecho. En el caso de la polenta, forma una capa exterior más dura que el pan rallado usado habitualmente.
- Retirar los flamenquines ya dorados, y reposar sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
- Servir recién hechos acompañados de una buena ensalada, y si lo prefieres también, un buen salmorejo casero, hecho con pan sin gluten.. claro!
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Unos consejos
- Para la versión clásica de los flamenquines caseros cordobeses, sólo tienes que cambiar la harina de maíz por la de trigo, no cambiarla o incluso, no usarla; y después rebozarlos con pan rallado normal, en vez de polenta.
- Igualmente, si no quieres aliñar los filetes de cerdo, no es necesario, aunque te lo recomiendo, y además, también puedes escoger la opción de aliñarlos con vino blanco, ajo picado y perejil picado.
- Existe también la versión, de añadir una loncha de queso además del jamón.
- Si preparas más cantidad, puedes congelarlos sin problema antes de freírlos.
- Como norma habitual, los flamenquines suelen tener un largo de 20-30 cm, pero por supuesto, puedes prepararlos del largo que quieras al gusto. Ten en cuenta, que cuanto más largos sean, más difíciles serán de manejar y después freírlos.
Con esta receta participamos en #SinglutenTS |
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