Deliciosas y muy cremosas son estas croquetas de calabacin, una receta sencilla para dar de comer a los más pequeños, una forma perfecta para introducir más verduras en su alimentación.
Las croquetas de calabacin son un aperitivo o entrante que también pueden servirse para acompañar a otro plato principal. Es una manera ideal de comer equilibrado y sano, ya que lleva calabacín, una verdura con muy poco contenido de aporte calórico y grasas.
Se recomienda entonces, que las croquetas se horneen en vez de freírlas, para restar toda la grasa. Las mías están fritas, pero si las escurres bien sobre papel absorbente y las fríes en abundante aceite bien caliente, no absorberán apenas aceite.
Otra recomendación para que los niños se coman las croquetas de calabacin o de verduras sin rechistar, es añadir el pochado a la bechamel bien triturado, para que no vean “lo verde”.
Preparados, listos, a cocinar ...
Si tienes alguna duda con esta receta, déjame un comentario más abajo 🙂
Croquetas de calabacin, ingredientes
- Servicios: 20 ud aprox.
- Tiempo: 60 min + reposo
- Dificultad: Fácil
Ingredientes
- 250 gr de calabacín
- 1/2 cebolla
- 1-2 dientes de ajo
- 30 gr de mantequilla
- 25 ml de aceite de oliva suave
- 50 gr de harina todo uso o de freír
- 600 ml de leche
- 2 huevos
- pan rallado
- sal y pimienta
- nuez moscada molida
- Aceite de oliva suave
Croquetas de calabacin, preparación
Elaboración
- Comenzamos lavando bien los calabacines, ya que los vamos a utilizar con piel. Retiramos los extremos, y cortamos en dados muy pequeños. Si lo prefieres puedes pelar los calabacines, si no los quieres con la piel, aunque ésta le da mucho más sabor!.
- Pelar y picar menuda la cebolla y los dientes de ajo.
- Calentar un chorreón de aceite de oliva en una sartén, y rehogamos la cebolla junto con el ajo hasta que estén tiernos, unos 2-3 minutos a fuego medio.
- Agregar el calabacín troceado y salpimentar. Remover y dejar pochando hasta que se ablande, durante unos minutos.
- Retiramos el pochado en un plato aparte, y preparamos la bechamel para nuestras croquetas.
- Para ello, calentamos en la misma sartén la mantequilla con el aceite de oliva suave (25 ml), y echamos al harina.
- Movemos bien y cocinamos durante 2-3 minutos a fuego medio, hasta conseguir una mezcla dorada o poco tostada.
- En este momento, vertemos de un golpe la leche que habremos calentado previamente (sin hervir), y vamos removiendo con unas varillas manuales todo el tiempo. Bajamos el fuego, para que la bechamel no se pegue en el fondo.
- Continuar removiendo la bechamel con las varillas, para evitar que se formen grumos. Dejamos cocer hasta que espese bastante (textura de puré) y quede muy cremosa. Si observas que está espesando demasiado, siempre puedes rectificar añadiendo más leche.
- Cuando la bechamel esté casi preparada, salpimentando al gusto y añadimos un poco de nuez moscada.
- Agregamos a continuación el pochado de calabacín, cebolla y ajo que teníamos reservado. Mezclamos bien.
- Seguimos con la cocción a fuego suave durante unos minutos más, hasta que veamos que la masa de croquetas se despega de la sartén.
- Una vez lista, apartamos del fuego y extendemos la masa en una bandeja o fuente grande. tapamos con film transparente a piel, es decir que el film esté en contacto con la masa, para que no forme costra.
- Enfriar a temperatura ambiente y después reposar en la nevera unas horas, o mejor de un día para otro.
- Cuando tengamos la masa fría, vamos cogiendo porciones más o menos del mismo tamaño. Podemos ayudarnos de una cuchara o una cuchara especial de helados, para hacerlas todas iguales. Formamos con las manos una bola y después un rollito en forma de croqueta, aunque si prefieres puedes dejar las croquetas en forma de bolitas.
- Pasamos cada croqueta por huevo batido y después por pan rallado.
- Freímos las croquetas en abundante aceite de oliva suave caliente, en tandas de pocas unidades y hasta que estén doradas.
- Colocar las croquetas en un plato sobre papel de cocina absorbente, para retirar el exceso de aceite.
- Si no quieres preparar todas las croquetas, antes de freírlas, puedes congelarlas ya rebozadas en tandas y separadas dentro de un recipiente hermético, para utilizarlas la próxima vez.
- Servir las croquetas de calabacín recién hechas.. están buenísimas!
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